En nuestro destino existen cosas escritas, que pueden verse en las estrellas como por ejemplo nuestra muerte, estos hechos no se pueden reemplazar, son invariables, hagamos lo que hagamos por evitarlos.
Otros en cambio dependen de uno para que muden. Cuando canjeamos algunos parámetros de nuestro día a día, o transformamos plenamente con un cambio radical nuestras vidas a través de alguna decisión importante, todo cuanto nos rodea gira y se mueve. Muta de forma. Esto representa la carta 16 del Tarot: «La Torre».
Yo me hallo justo en el núcleo de esa metamorfosis, donde el gusano se convierte en mariposa, o donde el huevo se convierte en un elegante e independiente cuervo negro…
Mi vida se encuentra girando a una velocidad de 200 Km/hora y no hay quien la detenga.
Hoy he decidido cerrar para siempre mi tienda situada en «Bertamirans», a las afueras de Santiago de Compostela. La cual aporta ganancia y parece ir muy bien desde que la abrí hace dos años. No ha dado perdidas en ningún instante, este precioso local lleno de luz del sol con 100 metros cuadrados.
Le tengo un especial cariño, ya que es mi primera tienda y la he diseñado desde 0, cuando aún estaba sin construir y sin acondicionar. Invertí tiempo, dedicación y dinero. No la cierro porque vaya mal, tomo semejante decisión empujado por un sueño que he tenido esta noche, algo que ha hecho que acabé por determinar una idea que ronda desde hace un mes en mi cabeza. Desde siempre me he guiado mucho por mis sueños.
Soñé que desenterraba a mi querida periquita muerta: «Hilarita», le abría su cajita y ella revivía, resucitaba y la venía a ver los veterinarios para ponerle asombrados por el hecho una sonda con sangre. Sus patas moradas de muerte, revivían y se inflaban de vida, y sus ojos hundidos, volvían a rebrotar en su carita.
Ella volaba, y se escapaba hacía un bosque hermoso y yo la perseguía y la recogía con todo mi cariño para hacerle las curas, pero estábamos todos felices, cuidándola día y noche. Finalmente partía a aquel bosque a vivir feliz y en libertad.
Interpreto este sueño como que lo que amo y deseo de la vida, esta atrapado dentro de una caja, bajo tierra de un ritmo y un estrés que me ahoga, necesito liberarme y revivir, brotar de nuevo a la felicidad y volar a un bosque nuevo(una nueva vida), con más energía(la sangre)y más cuidados hacía mi mismo.
Debo dedicarles más tiempo de mi vida a mis 10 gatos y dos perras, que son lo que más quiero para hacerles felices (noto desde hace 2 años que me echan muchísimo en falta), y necesito ocupar más minutos: en mi mismo, en mi casa, en la vida que he dejado de vivir para trabajar a todas horas.
Voy a cerrar «Tenda Máxica» de Bertamirans y me dedicaré de pleno a mi otra tienda de Santiago, que abrí el pasado mes de Agosto. Mucho más pequeñita pero más acogedora.
Esta situada en la zona monumental, en un edificio restaurado de 300 años, con el suelo de madera y las paredes de piedra. Invertiré el dinero que ahorro en una en mejorar la otra y abriré mi nueva consulta en Santiago de Compostela. Invertiré dinero en mejorar mi propia calidad de vida. Mis horarios cambiarán, abriré solo por las tardes y dedicaré todas mis mañanas a dormir, descansar, leer, escribir, ir al gimnasio, limpiar la casa, estar con mis gatos y mis perras, hacer recados y sobre todo en ¡vivir!. Por fin tendré tiempo para mí y vibraré a otro ritmo.
He previsto que si hay clientes que quieran una consulta por la mañana, porque los habrán que no puedan a otros horarios, les atenderé por la mañana o de noche por teléfono, un día a la semana, desde mi propia casa.Viviré así la semana sin estrés, sin vorágines de gente, sin tanto caos en mi vida y trabajo.
Me preocupan todos los muebles de la tienda que cierro, algunos son preciosos y abultan mucho. En mi otro comercio, no caben.
He pensado que me los llevo a mi casa y así cambio literalmente toda la decoración de mi hogar, variando y mejorando mi entorno de golpe.
Pero sé que será más difícil que acabar «el cubo de Rubik», porque mi hogar esta lleno de recuerdos, muebles y «cosas entrañables» para mí, que no quiero tirar.
Para rematar el cambio, hoy me he comprado un móvil nuevo que me encanta, en un mes alquilo una enorme casa de tres pisos encima de mi pequeña tienda para montar una macro consulta y muchos cambios más que ya te iré narrando.
Año nuevo, vida nueva.
En este ciclo no es sólo un plan o un dicho, sino un hecho.
Me he propuesto mejorar mi vida desde la raíz de una gran hecatombe metamorfosis, que ni «Franz Kafka».