He acudido a las 11 y media de la mañana a la Psicóloga y la primera visita, la verdad, no ha ido demasiado bien. En realidad, siendo francos, no me ha valido absolutamente para nada, más que para darme cuenta de que realmente no tengo nada y que estoy más seguro de mi mismo que la propia psicoanalista.

Ha sido nuestro primer encuentro y ya he discutido con ella… Tengo dos opciones: no vuelvo por allí, o le doy otra oportunidad a su «ciencia» como ella la llama.

Siempre me ha hecho gracia el calificativo de «Ciencia» para todo lo que lleve «bata blanca».

Analicemos la palabra Ciencia en el diccionario académico de la Lengua Española:

Significa:

­Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

­Habilidad, maestría, conjunto de conocimientos en cualquier cosa

­Conjunto de conocimientos relativos a las ciencias exactas, físico- químicas y naturales.

Bien, me ha dicho en plena consulta que ella no creía en absoluto en mi videncia, en la precognición, ni en mi trabajo. Me ha dicho que por ese motivo dudaba mucho que pudiese ayudarme en nada, porque no consideraba que fuésemos hablar nunca el mismo idioma…

Cuando me ha dicho esto después de haberle abierto mi vida y mi corazón durante media hora, sentí como si me estuviese escupiendo a la cara después de haber echado un fuerte y rápido polvo conmigo.
Cuando después de dejarla hablar y soltar sus inseguridades éticas, religiosas y seudo científicas le he respondido que mi trabajo es un oficio muy antiguo e igualmente respetable que el suyo. A lo que ella ha afirmado rotundamente que su oficio es una ciencia y esta basado en una ciencia, y que el mío no. Que no tenía el más mínimo interés en discutir eso «conmigo» dicho en tono despectivo y superlativo.

Pobre ignorante, la persona que no quiere evolucionar.

Yo le he dicho:
­ – La Psicología es tan ciencia como la videncia, señora mía.

Me sentía ofendido y no iba a consentir esa falta de respeto hacia: mi persona, mi oficio, mi gremio, y mis tantísimos años de trabajo, que esta dama se ha cargado en 5 minutos con una aseveración tan simple:
­- No creo en la videncia, ni en nada de eso ni creeré nunca. Soy una mujer de ciencia…

Pero alma de Dios, que serás, pensé, ¿tú sabes lo que significa Ciencia?

Acaso nosotros los adivinos no utilizamos un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento de las mancias sobre la vida del hombre, ¿sabrá ella lo que es una mancia?. Además ¿que es exactamente el razonamiento?, yo lo explico: es la serie de conceptos encaminados a demostrar algo o a persuadir o mover a oyentes o lectores.

¿No están mis conocimientos estructurados y de sus estructuras deduzco vaticinios, leyes kármicas o leyes generales de la espiritualidad?.

¿Acaso no es una habilidad leer el futuro, o una maestría? La maestría es para quien no lo sepa: «Arte y destreza en enseñar o ejecutar algo», ¿acaso lo mío no puede ser enseñado o aprendido de boca en boca o por los libros?. ¿No es un conjunto de conocimientos adquirido en mi caso durante 41 años?,¿no atiendo a miles y miles de clientes que quedan satisfechos con los resultados sin mencionarme palabra de su vida privada antes de ser adivinada?,¿no constituye eso una prueba de nada?.

¿Entonces que coño presumen de Ciencia?, ¿lo mío que es… una masturbación ecléctica?
No soporto la intolerancia. Le pregunte como se sentiría ella si viniese a mi consulta y le dijese:
­ – No mira, lo siento, no te voy a atender, no puedo ayudarte, porque eres mujer y no creo en las mujeres.

Mi Ciencia queridos «amigos» es tan antigua como el cerebro del hombre. Y tiene tanto margen de error como cualquier otra. ¡Ni más, ni menos!. Hablemos de la ciencia de la medicina, ¿no tiene errores?.
Recuerdo a los lectores que mi padre murió por un virus hospitalario y un montón de negligencias medicas basadas en una ciencia.

A la mierda la ciencia y el falso saber del que presumen quienes han estudiado una carrera, como si fuese eso sinónimo de absolutividad o de nada. ¡Se inflan sus grandes egos por haber estudiado 7 años «más o menos» una materia!, tanto que su sabiduría limitada se queda en nada al no ser bien aplicada.

¿De que vale tener todo un vademécum si después hay fallos en los diagnósticos o en los tratamientos?. Por supuesto que existe la medicina, y por supuesto que mejora, sana o cura si está bien aplicada, pero no todos saben hacerlo, ¡por muchos exámenes que hayan aprobado y memorizado!. Para diagnosticar muchas dolencias o enfermedades muchísimas veces en la clínica del doctor en cuestión no se hacen todas las pruebas necesarias para un verdadero diagnostico y se juega mucho con la ley de descartar posibilidades… imaginan que es…primero esto, después aquello, luego lo de más allá, luego lo de más aquí… y al final sigues igual, ¡con tu dolencia!.¿Eso es ciencia?, eso en mi país se llama morro, porque todas esas consultas el doctor con su estupenda bata blanca te las ha cobrado, o se las ha cobrado al estado o bien al seguro médico privado, ¡aunque no hayan valido para nada!.
Otros diagnostican, te mandan comprar productos por los que ellos se llevan comisiones y viajes, y sigues meses después exactamente igual, sin curarte, o a veces peor con los efectos secundarios de esas medicinas que te han sentado como el culo, ellos mientras continúan con sus grandes egos, corbatas, viajes a Islas paradisiacas y maletines.

Que pensaría el lector si al venir a mi consulta yo no adivinase absolutamente nada, le cobrase y luego le mandase volver una y otra vez, ¿y que cada vez que viniese le dijese un vaticinio diferente?, ¿no me llamaría estafador?.¿Por que a mi si y a «Don» Doctor de bata blanca no?, ¿en que cambia la cosa?.Tenemos una adoración y respeto absurdo por las personas que tienen una batín blanco inculcado desde niños, no denunciamos las negligencias por miedo a represalias y porque sabemos que unos se protegen a los otros. Olvidamos lo más importante que es la humildad y la objetividad.

La medicina está en una constante evolución, gracias al querer saber del hombre, eso es perfecto pues nos conducirá tarde o temprano a una calidad de vida mejor y a una longevidad que ya ahora es palpable y está siendo cada vez más presente. Pero eso no quita que miles de doctores/as y especialistas se equivoquen y se aprenda a veces de esos errores para la evolución de la medicina.
Pues con mi oficio pasa exactamente lo mismo, hay profesionales y hay negligencias, hay resultados claros y visibles y también grandes fallos. La adivinación es parte de nuestra mente, no es ningún milagro. Al no estar reconocida por el sistema, no hay regulación sobre ella, cualquiera puede ejercer sin supervisión del gremio. Por eso hay tantas estafas de intrusistas, pero no se puede por ello ignorar que existe, como también existe la medicina y grandes médicos profesionales
Muchos creemos en la videncia, y la utilizamos con el máximo criterio objetivo y perfeccionista. Yo llevo haciéndolo desde los 12 años y tengo 52.

Obviar que usamos un 7% de nuestro cerebro, y que tenemos infinitas posibilidades de mejorar y evolucionar como seres humanos es ir en contra de la Ciencia Natural, creer que la mente esta completamente controlada por el ser humano es ir totalmente en contra de la lógica, creer que no existe el destino, es tener una venda en los ojos a la observación y al razonamiento del siglo XXI, quien razona y observa puede ver claramente que todo lo que le rodea esta intrínsecamente unido por un perfecto e invisible hilo universal, que aunque no entendemos, existe.

Que todo tiene una ley de causa y efecto, que si conocemos la causa podemos predecir el efecto con la ayuda de nuestra intuición, videncia o Tarot.

No acepto ni una sola infravaloración gratuita de mi trabajo por el cual: vivo, estudio y dedico ¡todo mi tiempo!. Y mucho menos de una persona ignorante en la materia, porque para mi es un completo insulto y hoy por hoy no acepto una sola palabra mal intencionada de nadie. Lo siento.

En fin, a ver si la próxima consulta me vale de algo.