Santi Molezún 2022

Santi MolezÚn

Fuego provocado en mi escaparate

Compartir esta publicacion

Ha estado toda la mañana la policía en la tienda, ha venido también la policía científica para abrir una investigación sobre algo que ha ocurrido la noche del jueves.

Alguien ha intentado plantarle fuego a mi tienda con un periódico enrollado y gasolina.
Lo han tirado por dentro de los barrotes de forja que protegen la ventana exterior inferior.

No ha pasado nada, gracias a los dueños del pub que está justo enfrente el «Imsonia», que me han llamado a las 3:00 am a mi móvil para avisarme y que lo han apagado con agua a tiempo de que no fuese a más, podría haber ardido todo el edificio.

Ahora todo está en manos de la policía.

Esta historia me parece muy fuerte y no le voy a dar más protagonismo del que debiera. Pues me temo que alguien quiere que hable de esto en mi diario público.

Triste de aquel que guarda tanto odio. Pena de que yo no estuviera delante, para metértelo por el culo.

Mientras escribo esto y dejo que la policía haga su trabajo, por mi cabeza pasan muchos pensamientos de la vulnerabilidad de aquello que no está custodiado, es decir, cualquier cosa que esté en la calle, en el exterior, es susceptible de ser estropeada, quemada, arrancada, destruida, maltratada. Hablo de objetos, cómo de vidas.

Me parece terrible el concepto de esta susceptibilidad y vulnerabilidad de lo propio o ajeno a manos de cualquier loco o gilipollas en un delirio de grandeza, es decir que cualquiera pueda en cualquier momento atentar contra nuestras cosas o contra los bienes comunes.

Cuido mi tienda cómo si se tratase de mi propio hijo, el escaparate, las ventanas, sus contras de madera antiguas como el local donde tengo toda mi mercancía a la venta, la chapa de puerta de metracrilato con unas letras especificas y dibujo que yo mismo he diseñado durante horas. Mi enorme cartel con mi nombre y apellidos y mi foto en la fachada del edificio, iluminado con luces leds, todo está cuidado y mimado para anunciar mi trabajo.

Que venga una persona, introduzca papeles de periódico en forma de pelotas empapados en gasolina por medio de los barrotes de forja negros de mi escaparate y les plante fuego tiene una maldad, un deseo de destruir que se escapa de cualquier entendimiento lógico o normal.

Es una falta de respeto a mi persona, a mi trabajo, a mi tienda, a mis cosas y a los bienes comunes que demuestra una falta total de sensibilidad. No estamos hablando de una pillería, sino de que alguien premeditadamente ha intentado prender fuego a mi tienda y por ende a todo el edificio, donde viven personas, familias y vidas. Me parece terrible y algo que se escapa de toda lógica o argumento. ¿En que estaría pensando la persona que lo hizo? ¿tanto odio tiene que casi provoca un incendio en todo un inmueble por intentar dañarme?. Me pregunto ¿qué le he hecho para odiarme tanto?

Quizás no sea contra mí y sea contra mi oficio, uno de los oficios más antiguos del mundo. Quizás sea contra otros videntes y canalizó su odio hacia ellos en mi local.

Sea como fuere, me parece que se ha excedido. Debería acudir a un psiquiatra y solicitar ayuda.

Este tipo de acciones vehementes le llevarán a tener un serio problema, sino esta vez quizás otra pero tarde o temprano se arrepentirá, el destino siempre acaba poniendo a cada uno en su sitio, y el que juega con fuego… se quema.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a nuestro boletín

Recibe actualizaciones y lee los nuevos capítulos del Diario de Santi Molezún

Más para explorar

Diario de un Brujo
Diario de un Brujo

Prefacio

“No sé hasta que punto escribir lo interno que uno siente, piensa o vive es bueno o malo, pero sí sé que el llegar a

Escribo desde la cama
Diario de un Brujo

6 de Diciembre

Hoy 6 de Diciembre, es un día festivo, uno de esos días en lo que uno se queda en casa a disfrutar de su intervalo

Universidad
Diario de un Brujo

7 de Diciembre

Hoy ha sido un buen día de trabajo, estoy francamente agotado, echar las cartas a diferentes personas con distintas problemáticas e inquietudes es una tarea