No voy a disculparme por no haberte escrito estos días, sé que sabes que estuve ocupadísimo, no he tenido tiempo humano para poder sentarme y escribirte tranquilamente, porque no he tenido parada hasta las 5:30 de la madrugada. Menos este Jueves 18, que hemos preparado en mi casa una abundante y rica cena para picar con unos amigos y ver la preselección de Eurovisión.

Dani y Sergio histéricas, como siempre, no paraban de gritar en cada canción, se sabían las letras de todos los países, normal, ya que llevan viendo los videos por Internet más de dos meses a diario. Son “Eurofans”, a mi me encanta aunque yo soy un fan más tranquilo y menos fanático, pero también lo disfruto muchísimo.

Horas antes me pasé en la cama dos largos días, por un virus estomacal: fiebre alta, bajadas de tensión galopantes, dolor de huesos y unas nauseas espantosas 48 horas, dicho virus lo robé en la fiesta de cumpleaños días antes de mi sobrino Mateo, que como te conté tuve el Sábado pasado. Muchos niños al día siguiente estaban igual que yo, así que blanco y en botella… leche.

Este sábado ya he ido a comer a casa de mi familia, me encontraba mejor, después hemos ido a casa de Sergio donde teníamos otra cena, para ver y celebrar el definitivo festival de Eurovisión.
No entendí que no ganase Grecia, que presentaba un año más una canción buenísima una cantante con unas tablas Eurovisivas y con un talento casi divino. Asemejaba una Diosa, era guapísima y se comía las cámaras en el escenario. Una voz preciosa que sin embargo no ganó, ganaron quien para mi gusto no tenía más que una buena estética. ¿Votaron los europeos por la voz?, ¿por la música?, ¿por la puesta en escena?, ¿o por política o unos disfraces?. Más bien pienso que por esto último, me siento defraudado completamente. Francia, sin ir más lejos, tenía una canción muy bonita y melódica, ¡pues sólo saco un punto!, absurdo mires por donde lo mires…

España quedó… en donde se merecía, porque vaya mierda de canción hemos enviado este año, si tuviésemos que ir a la preselección, no la pasaríamos.

Lo mejor del festival bajo mi punto de vista, fue el coloquio que se celebró en la 1ª cadena de Televisión Española con Massiel, que estupenda como siempre, dijo verdades como puños. Me apasiona esta mujer, me encanta su forma de ser y de hablar, me veo muy reflejado en ella. Soy Massiel Fan desde siempre y por siempre. Hay una frase lapidante de ella que me encanta y la digo mucho: » Ni usted puede aspirar a más, ni yo a menos…»