Noche de el Apóstol Santiago

25 de Julio

Hoy estoy de Santo: es el día de Santiago Apóstol y el día 28 de este mismo mes estoy de cumpleaños, cumplo un lustro más.
Tener el santo y el cumpleaños en tan poco espacio de tiempo de separación me hace sentir especial estos días, una mezcla de tristeza­ y alegría un poco rara.

Siento como se abre una nueva caja de Pandora en mi vida: con nuevos sueños, nuevas metas, nuevas epidemias y nuevos miedos, al mismo tiempo veo como se está escapando mi existencia entre mis dedos como la arena de la playa.

Fui esta noche a ver los fuegos a la mítica «Plaza del Obradoiro» en «Santiago de Compostela», como todos los años, me encanta ver la majestuosa Catedral iluminada por las antorchas y las serpentinas de fuego, se ilumina todo como si fuese un cuento de hadas y lo compaginan con el ritmo de una música «New Age» y la proyección de imágenes en color sobre la fachada, es un espectáculo fastuoso lleno de luz y color: fuegos artificiales, pólvora haciendo dibujos al ritmo de los tambores, sonidos étnicos mezclados con gaitas, una mezcla un tanto extraña que es visualmente impactante, todos los años voy a verlos, este llegué 2 horas antes para poder coger sitio, ya que hay miles de personas y apenas se puede mover uno al entrar. Hoy a la noche hicieron su agosto los carteristas, los pubs, las terrazas y los bares.

Pese a que todo esta extremadamente caro, ya que suben los precios aprovechando la avalancha de turistas, fui a cenar fuera con mi pareja Daniel.

Después fuimos a ver actuar a nuestro amigo «Angel Luis», el mejor amigo de Dani, que actuaba en la Alameda al descubierto de una noche estrellada. Casi nunca actúa en Compostela y lo han contratado para animar esta noche la comisión de fiestas. Verlo cantar y bailar a ritmo de batuka me pareció estupendo, pero agotador. Ángel tiene el ritmo en sus huesos y vibra con cada nota como si de una gogo de 20 años cubana se tratara, tiene muchísimo talento y estoy seguro que en breve despuntará con su disco, que va a sacar en breve al mercado.

Nos quedamos más allá de las 4 de la madrugada, nos dolían los pies y la espalda de estar tantas horas de pie, por tanto decidimos retirarnos a dormir.
Las calles estaban abarrotadas de adolescentes, era como una enorme manifestación de gente haciendo botellón y fumando fuera de los pubs y discotecas.
En mi calle había unos 200 chicos y chicas sentados en la acera hablando y bebiendo… ¡qué mayor me siento cuando veo esto!… y parece que fue ayer cuando era yo quien estaba allí tirado tomándome mi cerveza pasando un porro compartido.

Me estoy haciendo mayor, la vida pasa veloz y ya estamos en verano, en el mes de mi signo de Leo, el 28 de Julio cumplo mi nuevo año de vida.
Mi santo y mi cumpleaños son momentos del año que me gustan especialmente y donde siempre vuelvo la vista atrás.

Miro todo lo que he hecho y me queda por hacer: todo lo que he perdido y lo que he conseguido, hago recuento todos mis meses vividos en compañía de quien me quiere.
Siempre apago las velas de la tarta (que yo mismo voy a comprar) y preparo una comida especial, algo para picar por la tarde, como imagino que hace todo el mundo que celebra la vida. Pues aunque miserable e hija de puta, la vida es única y bella.

Hace, el 28 de Julio, algunos años ya, que una señora: «mi mama», llamada: «Julia Martínez Berea», ama de casa y modista: Católica, Apostólica y Romana, me paría.

Mamá era nieta de Canuto José Berea Rodríguez. (La Coruña, 28 de junio de 1836; 24 de febrero de 1891): el famoso compositor del que te hable, ex Alcalde de la Coruña y uno de los dueños de la fabrica de Sargadelos, empresario, director de orquesta, violinista, pianista, profesor y compositor.
Ayer te hablé un poco de él, pero hoy quiero hablarte un poco más. En 1854 abrió un almacén de música que destacó muy pronto por la riqueza de sus fondos bibliográficos que diez años después alcanzaban los 30 000 títulos de partituras, así como por la calidad de los instrumentos que vendía y la del taller de reparación de instrumentos.
Fue director titular de la Orquesta del Teatro Principal (Hoy teatro Rosalía de Castro) desde 1862, su enorme prestigio ciudadano fue un apoyo fundamental para el establecimiento de las nuevas agrupaciones. Su autoridad musical como intérprete y como docente, fue reconocida con los nombramientos de Académico de San Fernando, Presidente de Bellas Artes de La Coruña, Gran Cruz de Carlos III, etc. Su actividad extendida a toda Galicia le llevó a ser consejero del Banco de España, de la Sociedad de Crédito Gallego, Presidente de la Cámara de Comercio, Vocal de la Junta de Obras del Puerto, Alcalde de La Coruña en 1889, Diputado provincial, Presidente de la Reunión Instructiva y Recreativa de Artesanos…
Se le considera uno de los pioneros del «Orfeonismo Gallego» junto a Juan Castro “Chané” y a Pascual Veiga. Compositor eminentemente popular, su catálogo abarca obras escénicas, sinfónico­corales, sinfónicas, para piano y canciones que se conservan en la colección “Canuto Berea” de la Bliblioteca Provincial de La Coruña.Entre sus más famosas obras cabe destacar, entre otras, La Alfonsina, muñeira sinfónica dedicada al Príncipe Don Alfonso.

Como decía hace algunos años que me creo Julia y «Charlye» un atractivo señor «cachondo mental» amante de los tangos y boleros, mi padre: «Carlos Vázquez Molezún»: ex jefe de la Policía Nacional de Santiago de Compostela. Coronel del ejercito de tierra. Profesor de Ciencias, Matemáticas , Yoga y Defensa personal, en sus últimos años Director de la Residencia de estudiantes: «Barroso» en Santiago de Compostela. Mi padre fue todo menos un militar prototipo, le quería todo el mundo, andar con él por la calle era terrible porque tardabas muchísimo en llegar a cualquier parte porque siempre le paraban para hablar un sin fin de personas. Era hermano del ilustre «Ramón Vázquez Molezún«: famosísimo y renombrado arquitecto y pintor español creador de la preciosa Roiba, la casa del mar en Bueu (A Coruña), hombre que tubo innumerables premios como: en 1954 el Premio Nacional de Arquitectura, en 1955 el Premio de Arquitectura de la Trienal de Arte de Milán o en 1992 Medalla de Oro de la Arquitectura (CSCAE) y que tiene 3 cuadros suyos en el Bienal de Venecia. ­Ver enlaces­.

De Papá me adueñe de su apellido Molezún, que aunque no me corresponde, ya que yo soy Vázquez Martínez y así viene en mi Documento Nacional de Identidad, lo uso para darme a conocer desde muy jovencito, siempre me dijeron Santi Molezún por ser el hijo de Carlos Vázquez Molezún, un apellido con muchos antecedentes familiares por lo menos un tanto peculiares, ¡era sobrino del fundador de las juventudes de la «Falange Española»! y era hijo y nieto de unos ricos millonarios emigrantes afincados en Manzanillo, Cuba, que poseían calles y calles enteras, donde todos los edificios eran suyos, que poseían cientos de esclavos y multitud de plantaciones de algodón… su padre era quien te dije ayer que dirigió dos revistas literarias y de cultura, escribió y publicó varios libros de poemas, trajo a Cuba a muchos escritores famosos gallegos y fue fundador del teatro vernáculo, un hombre que tristemente jamás conocí, pues cuando yo nací él ya se había ido a vivir eternamente. Pero me queda toda su historia y manuscritos. Por suerte tengo un primo investigador de la genealogía, que ahonda de forma fehaciente en toda la historia de la familia y comparte conmigo toda cuanta información va reclutando. Es un regalo del cielo.

Por ejemplo: El día que se hundió el trasatlántico «Titanic» mi abuelo tenía un billete comprado para ir en 1ª clase. ¡Era multimillonario!. Otro día te cuento esta historia…

Ahora continuo con la mía, que fácilmente me pierdo hablándote de mi familia, enseguida me voy por las nubes. Retomo, mis padres me daban la vida en 1970, a las 13:14 del mediodía en Santiago de Compostela a un niño de 4 kilos, rubio (sí, efectivamente, cuando era niño era rubio, no siempre fui calvo) ¡y de ojos verdes!: Leo, ascendente Libra, luna en Géminis, Marte en Leo, y Saturno en la cúspide de la casa 8… ¡vaya por Dios! menuda mezcla astrológica volcánica ¡y vaya curriculum familiar!.

Que realista y fotográfica es la Astrología y la «familiarogia». Para que luego digan algunos que no es una ciencia exacta, jajaja, ¡Dios! ¡es mucho más exacta que muchas otras cosas que se dan cómo científicas!, así son mis planetas, así es mi pasado genealógico y así soy yo:

Pija, tonta, egocéntrica, narcisista, mandona, manipuladora, amante de la riqueza, con aires de grandeza y sobre todo artista.

Porque nadie podrá negar que aunque pija y egocéntrica, soy toda una genia.

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