Hace tiempo que no soy capaz de profundizar en lo más adentro de mi corazón por supervivencia. El interés de mi consciente en alejar al subconsciente ha ocurrido como una explosión de tiempos y segundos, intentando entretenerlo para despistar al guerrero cargado de una espada de dolor, un escudo de lagrimas, y unos fuertes músculos de recuerdos. Tan reales como los del primer día.
Pero hoy ha ocurrido, tarde o temprano imaginé que pasaría, hoy el guerrero me ha atacado y ha matado mi alma obligándola a enfrentarse con cada segundo y con cada escena de todo lo que la había dejado ko en el primer asalto.
He revivido todas las escenas como si fuese la primera vez, he regresado al pasado y lo he vuelto a vivir con la misma intensidad de dolor.
Todo por culpa de una puñetera película que tuve la brillante idea de ver y que ha hecho que esté ahora completamente deformado de tanto llorar y fuera de combate. La culpable se llama: “Million Dollar Baby”.
No voy a explicarte de lo que hablo, no lo haré porque ya lo hice y deberías de saberlo, si no lo sabes, es porque no estamos en la misma frecuencia y eso me aleja de ti. Solo si lo sabes y lo entiendes, podrás estar cerca en estos momentos.
Esto es lo que te diferencia de lo autentico y lo que me hace cada vez ser más…, como soy.
Hoy no me apetece escribir, no tengo palabras ni ganas.