30 de Octubre

Celebración mágica de Samhain bajo la luz de la luna. Un brujo calvo con ojos verdes-grisáceos rodeado de velas y símbolos esotéricos en una noche estrellada.

Hoy ha sido un día extremadamente bueno, con una de esas rachas de suerte que se tienen pocas veces en la vida. Todo lo que hacía me salía bien, cada pequeño detalle parecía un mimo del destino, cada gesto u opción tenía una respuesta favorable. Estaba de racha, era evidente. Todo el día fue redondo. Pero lo más extraño de todo fue esa sensación de plenitud y felicidad que no sentía desde hacía décadas.

¿Sabes cómo te sientes cuando el día está azul radiante, el sol brilla en su punto justo, has comido bien, tienes la certeza de que todo va a salir bien y te sientes pleno, incluso enamorado? Pues esa sensación de fuerza y vigor indescriptible fue la que me acompañó durante todo el día. Por fin era plenamente feliz, y lo más increíble es que no tenía ningún maldito motivo para estarlo. Si me pongo a analizarlo, mi vida va como el culo y, en teoría, tendría que estar llorando. Pero hoy fue diferente. No sé qué ocurrió, pero te aseguro que un ángel de Dios, o un hada madrina, me besó en la frente, porque todo salió sobre ruedas.

Gente que me debía dinero me llamó para pagarme sin que yo se lo reclamara. En total, 680 euros de deudas pendientes, ingresados sin esfuerzo. Además, atendí muchísimas consultas, el día fue intenso y completo. Para colmo, hasta en las pequeñas cosas tuve suerte.

Fíjate en esto: el aparcamiento donde dejo el coche siempre me cobra una hora extra si me paso un solo segundo de la hora en punto. Siempre intento llegar a tiempo, pero nunca lo consigo por culpa de los semáforos, que tardan una eternidad en ponerse en verde y dejar pasar a los peatones. Todos los días me cobran una hora de más por llegar unos segundos tarde.

Pero hoy, hasta en eso tuve suerte. Llegué al parking a las 19:59 con 57 segundos y metí la tarjetita justo a tiempo para que no me cobrasen la hora extra. ¡Lo conseguí! En todo un año jamás lo había logrado… y hoy ocurrió sin esfuerzo.

Lo que gané hoy no me alcanza para cubrir todos mis gastos, pero es una buenísima ayuda. Y para cerrar con broche de oro, me han concedido un crédito de 6000 euros. Esto significa que esta semana sanearé toda mi economía y empezaré desde cero, sin deudas.

No comprendo nada. Hasta hace unos meses, en julio, agosto, septiembre y octubre, todo iba mal. Pensé que nada cambiaría. Pero en cuestión de horas, todo dio un giro inesperado.

Y lo mejor de todo: mi felicidad no venía del dinero. Me sentía bien desde que me desperté. Hasta me veía guapo. Me miraba al espejo y me encontraba bien, radiante, la ropa me quedaba genial. Hacía muchos años que no experimentaba esta sensación. Era feliz sin motivo alguno. Todo me sonreía.

Mañana es 31 de octubre, el Año Nuevo de los brujos. El Samhain.
Tengo que preparar todo para celebrar con los muertos su viaje y su noche.

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