4 de Febrero

Escena vibrante de una gala de preselección de Eurovisión con artistas actuando en el escenario y un espectador emocionado en primer plano.

Noche de Eurovisión y Deseos Inconfesables

Anoche fue la gala de preselección de Eurovisión, y, como de costumbre, organizamos una cena especial para verla en buena compañía. Sergio fue mi cómplice en esta liturgia televisiva, y para la ocasión preparé unas pechugas de pollo con nata, patatas y champiñones. Un festín digno de la emoción de la noche.

Mis favoritos, Paco Arrojo y Rebeca, subieron al escenario y dejaron a todo el público con la boca abierta con su actuación impecable. Mientras tanto, Gerard y Mirela hicieron otro dúo fenomenal, un derroche de talento y química.

Y aquí es donde mi lado más descarado e incontrolable se desató.

¡Por Dios, qué guapo es Gerard! Lo quiero en mi cama, quiero hacerlo feliz durante horas, ¡voy a dejar a Dani por él! Sí, ya sé que tiene solo 18 años, pero eso no es un impedimento para que me tenga completamente embelesado. Es ingeniero técnico, toca el piano desde los seis años y hasta da clases de música a niños. Es sensible, talentoso y, encima, tiene una cara de ángel que me tiene trastornado. ¡Este chico es el hombre de mi vida!

Y luego está Paco Arrojo… ¡Qué voz! ¡Qué presencia! ¡Y qué cuello! No puedo evitarlo: cada vez que veo un cuello tan bien esculpido, mi mente perversa empieza a imaginar todo lo demás. ¡Este chico tiene que tener un miembro espectacular, grueso, lleno de venas! Porque, aunque suene inverosímil, tengo un don infalible: con solo mirar la cara y el cuello de un hombre, puedo intuir con precisión cómo es su entrepierna. Nunca fallo.

Paco la debe tener imponente, con esa robustez que me vuelve loco. Gerard, en cambio, la tendrá más fina y normalita, quizás ladeada, pero igualmente digna de admiración. Además, no solo es su miembro lo que me fascina: su cara, sus ojos, su nariz y ese culo perfecto… ¡Dios mío, qué perfección!

Mientras me debato entre estos pensamientos profanos, los cuatro artistas luchan por el puesto de representar a España en Eurovisión. Y lo están haciendo francamente bien.

Anoche, sinceramente, no sabía a quién apoyar. Los cuatro son increíbles, cada uno con su estilo y personalidad. ¿Cómo elegir entre tanta maravilla? Si me obligaran a tomar una decisión, quizás apostaría por Rebeca, interpretando I Love You Mi Vida. Tiene garra, carisma y una energía brutal en el escenario. Además, yo pondría a los otros tres haciendo los coros.

Pero seamos honestos: Gerard y Paco, quiero vuestro semen.
Rebeca y Mirela, sois unas reinas absolutas.

Ojalá pudieran ir los cuatro a Eurovisión, porque este año la competencia es feroz. Eslovenia nos lo va a poner difícil con «Cvet Juga» de Alenka Gotar, una canción poderosa que, si logran pulir ciertos detalles (como ese chillido final un poco excesivo), podría arrasarlo todo.

Pero bueno, eso será otro debate. Por ahora, me quedo con la fantasía de una final perfecta con mis cuatro favoritos arrasando en el escenario… y, bueno, con Gerard en mi cama, pero eso ya es otro tema.

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