5 de Julio

Mi hija peluda Mora

La operación de mi perra Mora ha salido bien, la han anestesiado y le han quitado el bulto de la cabeza, la pobre lleva ahora una especie de antena parabólica de plástico entorno a la cabeza y está llorando constantemente como alma en pena, no puedo quitárselo hasta dentro de 3 días, para que no se saque los puntos.

Esta noche no he podido dormir absolutamente nada, no he descansado ni unas horas, porque Mora se ha pasado toda la noche llorando a mi lado y no cesaba de gemir sin descanso. Estoy agotado, e imagino que el peludo «Canal Plus Satélite» andante también.

Esta afeitada al cero en la cabeza y le hace da toque «monje» que entre el disfraz y su nuevo peinado parece una perra galáctica de súper diseño.
Se está quejando así solo por unas horas, ¡es una exagerada!, le molesta la campana, no los puntos. No quiero imaginar que pasaría si hubiese tenido que estar como en su día estuvo mi otra perra Greta, que hubo que ponérsela durante 3 interminables meses cuando fue atacada por un pastor alemán y le operé de una clavícula rota.

Existen buenos y malos enfermos, eso es todo. Y Mora es toda una actriz argentina de comedia.

Mientras tanto yo me siento completamente frito de sueño.
Ayer mi mejor amigo, compañero y empleado «Sergio» estaba con comienzos de gripe, no sé si se la contagie yo esta semana, ahora que ya me había curado, encuentro de nuevo a mis inseparables amigos “los virus”.

Ha venido a la consulta una señora con un conflicto muy triste que me ha afectado bastante mal.

Desde luego deberíamos de darnos cuenta que suerte tenemos cuando gozamos a nuestro alrededor de quien queremos, pero casi nunca es así, habitualmente solo nos damos cuenta de esto, cuando ya lo perdemos. ¿Por qué somos así?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *