7 de Enero

Mudanza y cierre de mi tienda

He estado todo el sábado en la tienda de «Bertamirans», hoy es el mercadillo, algo así como el rastro en Madrid pero en pequeñito y con otro tipo de puestos que se colocan justo delante de mi ancho escaparate. Mercado a la gallega que me beneficia enormemente porque todas las cientos de personas que pasan por delante se fijan en los letreros de la cristalera: una mano de 2 metros, con las líneas del destino dibujadas en dorado en su enorme palma. Las líneas de la vida que me inclinan al vacío existencial de una marca patentada: «Santi Molezún». Si todos los que me admiran supiesen mi enorme vacío interior, no me adorarían tanto.

Estoy triste, ya que sé que es el último sábado que consulto aquí, voy a echar este enorme y soleado despacho muchísimo de menos.
El jueves día 12 de Enero a las 9 de la mañana tengo cita con el camión de «Mudanzas Compostela» aquí en mi comercio, estaremos hasta la tarde moviéndolo todo y llevando los muebles del establecimiento a mi casa, llena de cajas y cosas amontonadas hasta los cielos…

¿Como voy a hacer?… pues reformándolo todo con mucha calma, transformando la decoración de mi moderna morada y buscándole sitio a un montón de módulos de estanterías, muebles de buena calidad que exponían la mercancía y librerías que me encantan.

Aún sigo sin saber como, pero tiene que haber la manera de que todo adquiera cierto orden y sentido decorativo sin ser caótico, me predigo a mí mismo, y completamente gratis, que será enormemente complicado. También sé que detrás de cada transformación y traslado siempre vienen importantes cambios a la vida de la persona que se muda, lo dice el «Feng-shui», sostiene que genera un cambio en tú energía y en la que te rodea produciendo una metamorfosis en tu existencia e interior. Es en lo que pienso cuando veo todas esas cajas amontonadas: cada una de ellas representa un nuevo azar, que moverán las moiras de mi destino.

He ido al salir de trabajar con Dani a casa de Sergio a darle nuestro regalo de reyes y hemos estado allí con él un buen rato hasta el fin del día. Sergio vive sólo, con su gato Lolo, y hoy es una cita obligada ver su sonrisa.

Estos días deberás de disculparme sino te escribo demasiado pero estaré muy ocupado con la marcha de la tienda, en cuanto pueda te seguiré narrando…

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