8 de Noviembre

Un despacho esotérico moderno, iluminado con energía mística. Un hombre calvo de mirada intensa trabaja en su escritorio, rodeado de cartas del tarot y pantallas con símbolos ocultistas.

Toda la mañana estuve trabajando en consultas telefónicas. La gente no dejaba de llamarme y, justo ahora, mi centralita decidió estropearse. La locución del «call center» decía:

— No podemos atender su llamada, deje su mensaje en el buzón…

Este estúpido aparato, que me costó más de 6000 euros, ha decidido tomarme el pelo. Se desconfiguró solo y, para colmo, ha formateado todas las voces y órdenes grabadas durante un año entero. ¡Me tiene manía! Está tratando de llamar mi atención… Maldito aparato desfasado. Ya verá cuando lo desconecte.

Para evitar más caos, activé un número nuevo que va directo al teléfono sobre la mesa de mi despacho, sin pasar por «el gran bicho» ni por mi secretaria.

Aproveché para preparar la publicidad que saldrá esta semana en la prensa, y mientras tanto, me puse a calentar unas albóndigas con arroz tres delicias. Publicista, telefonista, maruja y brujo… ¿qué más quieren de mí? Solo me falta ser más alto, tener pelo, abdominales marcados, pectorales bien definidos, hombros anchos y ojos rasgados. Porque lo demás, ya lo tengo.

Hoy he tenido dolor de estómago desde que me levanté. La sensación era como si tuviera un niño dentro dándome patadas. Algo me cayó mal anoche. Y no, no estoy hablando de que Rubén no haya venido a dormir a casa sin avisar, como si esto fuera un hotel, sino de que cené demasiado antes de acostarme, a las 3:30 de la madrugada.

Por la tarde tenía la entrevista con el programa de Televisión de Galicia Antes do silencio. Vino a grabarme una periodista muy interesante y algo «loca». Se notaba que disfrutaba su trabajo y que venía bien informada sobre mi existencia. Ayer hablamos unos 25 minutos por teléfono, y hoy se presentó para grabar lo que será mi presentación en el plató.

Kina Domínguez, toda una mujer orquesta: periodista, realizadora, coordinadora, script y experta en montaje. Una profesional desaprovechada como directora, actualmente trabajando de reportera del programa. Rebosa creatividad. Planeó todo tipo de insertos para que mi presentación de un minuto fuera algo bello, moderno y original. Estoy deseando verlo. Mientras tanto, Fran, el cámara, capturaba todo tipo de planos: picados, contrapicados, enfoques creativos de mí y de la tienda.

Me quedé anonadado con su profesionalidad. No se le escapaba detalle. Sus reflejos eran impresionantes. Cada cosa que decía, cada silencio, ella lo leía con la mirada. Me encantó. Quiero trabajar con ella. Además, maneja su voz de una forma extraordinaria. Se nota que ha trabajado en la Radio Gallega.

Como siempre, hice la entrevista de forma distendida y, por supuesto, intenté molestar todo lo posible a la audiencia. Soy un tremendo jode-jode, nadie me aguanta, pero tampoco se puede negar que enervo a cualquiera con mucha profesionalidad. Esta vez hablé durante toda la entrevista con un muñeco de vudú en las manos, jugueteando con sus agujas y clavándoselas como quien juega con un bolígrafo Bic.

Cuando llegué a casa, me encontré con una sorpresa: una declaración de amor en Messenger de un chico desconocido de Vigo que dice que soy el hombre de su vida.

La gente está realmente pirada. Enamorada del amor, o simplemente ciega. ¿Cómo voy a ser el chico de su vida si no me conoce de nada? ¿Será una broma? Estos días estoy recibiendo correos muy aduladores, lo que me hace sospechar que hay gato encerrado a nivel planetario. Mi vida social está dando un giro inesperado, y no paro de recibir e-mails, propuestas y cartas de fans y admiradores… y también de algún que otro amigo que parecía haber desaparecido de la faz de la Tierra.

Por ejemplo, ayer un cliente me propuso abrir una tienda esotérica en A Coruña, corriendo él con todos los gastos: pagando el local, la luz, la mercancía, el teléfono… Yo solo tendría que regentarla y dirigirla. Quiere que ceda mi nombre e imagen a la tienda, a cambio de cubrir todas las facturas. Le respondí con un NO tajante. No quiero volver a atarme a otra tienda. Ya he tenido dos y sé perfectamente lo que eso significa para mi salud mental.

Tanto viaje en coche, tanto horario estricto, me agotan a largo plazo. Además, una tienda en la que no esté yo presente todo el día no funciona.

Al ver que me negaba, me ofreció abrir un pub-cafetería. También le dije que no. En este momento de mi vida estoy completamente centrado en la televisión y la radio. Es lo que me motiva, mi momento.

Le expliqué que invierto mucho dinero, tiempo y recursos en publicitar mis líneas 806. Me interesa hacer planes publicitarios con mis negocios y seguir creciendo como empresa. Si alguien quiere invertir, que lo haga en publicidad, a cambio de un royalty o un porcentaje de la ganancia mensual. Pero otra tienda… eso sí que no. Para mí, sería un auténtico coñazo.

Casi sin pensarlo, aceptó mi propuesta. Así que, es posible que en breve tenga un socio económico. A él le interesa un espacio pagado en televisión, donde pueda echar las cartas en directo a los televidentes. En las próximas semanas revisaré todo con calma y trataré de negociar la mejor oferta posible. Aún no lo tengo claro.

Y es que ya me dijo mi astróloga que, a partir de finales de noviembre, entro en una etapa aún más movida socialmente.

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