«Me falta tu risa, me falta tus besos, me falta tu despertar. Cada vez que el viento pasa se lleva una flor, pienso que nunca volverás mi amor. No me abandones nunca al anochecer que la luna sale tarde y me puedo perder. Mi sangre latiendo, mi vida gimiendo que no te alejes más…» dice la canción de Rosa León y así lo siento.
Mi sensación de pérdida se hace cada día más grande, noto la ausencia de mi ser más amado, muero por dentro sin él y lo veo por todos los rincones de mi cabeza. La ausencia se hace cada día más eterna, y en lugar de llenar su espacio el olvido, su imagen esta viva en mi recuerdo diario, no habiendo un solo día que no me pierda en él.
Mis clases de Ingles avanzan lentamente, mi profesor es un chico con paciencia, y yo soy un descubridor de mis dotes lingüísticas, me gusta el idioma. Estoy deseoso de aprender a hablarlo con soltura e irme a Londres, me iré en cuanto lo domine. Intento ser rápido, pero todo tiene su gestación antes de darlo a luz.
Trazo mis líneas de juego y a cada día vuelvo a mi cama con la sensación de que la vida sigue girando y girando, que se acaba el tiempo. La ducha en agua caliente me relaja, allí soy una canción en pausa, recobro mi «chi», afilo mi «éter» e hidrato la piel que me disfraza de humano.
Esta semana no paro de abrir nuevos negocios, lanzo mis nuevas «semillas Molezún» para recoger nuevos sueños y proyectos futuros. No puedo parar. Nada me parece suficiente, el límite es solo para los inconstantes, los frágiles o para aquellos que ya han llegado a su meta.
La mía no esta finalizada, mi labor en la tierra solo está en crecimiento. Utilizo lo que sé y lo que tengo para romper cualquier puerta que encuentre cerrada, no voy a permitir ningún parón en mi camino, elimino con aire fuerte todo lo que se ponga en el medio y sigo mi rumbo, tengo prisa, me esperan. Tengo que pegar tantas hojas en el árbol de la historia que como no me apresure habrá empezado todo y ya nada se podrá hacer, hasta dentro de mucho.
He ido al cine a ver: «En la cuerda Floja», me ha encantado el personaje de «June Carter», la maravillosa «Reese Whiterspoon» aprendió a cantar para este papel en 6 meses, sin haber cantado nunca. Su personaje me apasiona, me enamora completamente. Sus canciones me enganchan y me transportan. Es una película sobre una historia de amor, entre otras cosas, que me ha gustado mucho. No como la de «Brokeback mountain» de «Anglee», que no me ha gustado nada, una versión completamente heterosexual de una pareja gay vaquera, no me transmitió absolutamente nada y me hace sentir más asco por esa cultura machista que ya ahora no soporto.
«Memorias de una Geisha» de «Rob Marshall» también pasó por mis ratos de ocio estos días, me ha gustado mucho, aunque sus lagunas históricas dejan mucho que desear, me ha emocionado, que es de lo que se trataba. Aunque yo en el cine soy fácilmente impresionable, como un niño. También fui a ver «Munich» y me ha encantado.
He consultado a mucha gente, he hecho trabajos de magia para más 7 personas y preparado 3 amuletos. Me merezco un descanso.
Te seguiré escribiendo, ahora me voy a la cama.