Santi Molezún 2022

Santi MolezÚn

Soy Santi Molezún

Soy de Galicia

Mi nombre es Santiago, pero todos me llaman Santi, de hecho «Santiago» solo figura en mi DNI, y solo lo usaba mi madre cuando hacía algo malo…: -¡Santiago ven aquí…!!!.Santiago habla bien o te doy con la zapatilla en la boca!!!!

Prefiero que me llame Santi, si no le importa. Soy Santi Molezún, como dijeron en la tele: «Él ya es una marca registrada» (Como si registrar una marca fuese algo complicado…). Pero sí, efectivamente, es real, soy una marca, aunque no sólo soy simplemente eso.

Nací el 28 de Julio de 1970, hace ya 52 años en mi tierra Gallega, en una mágica ciudad construida en piedra y llena de lluvia: Santiago de Compostela.

Soy de familia un poco «pija», pues el apellido: «Molezún» es un apellido de «categoría«, lo de categoría lo digo obviamente con ironía, pues nadie tiene más categoría que nadie por ganar más dinero o por trabajar en esta u otra profesión, aunque algunos se lo crean más que otros.

Mi bisabuelo fue de hecho «alcalde da Coruña» y hasta hay un callejón con su nombre en la ciudad, se llamaba: «Canuto Berea«, era músico y compositor, tenía una tienda de música de las mejores de la ciudad y de Galicia. El bisabuelo, he de aclarar por parte de Madre y no de padre, es decir no era Molezún sino Berea.

Por parte de padre, mi abuelo, era un gran multimillonario, emigrante en la ciudad de ManzanilloCuba. Tenía infinidad de casas, plazas, puertos, plantaciones de algodón, dirigía revistas de poesía y literatura, promovía artistas destacados gallegos allí en cuba, y fue uno de los fundadores del «Teatro Vernáculo«, un género muy famoso de teatro satírico y musical en Cuba…. Quizás es de él de quien heredé ese lado artístico que me acompañaría durante toda mi vida.

No, no heredé nada, todo se lo quitó otro gallego: «Fidel Castro«. ¡Mecachis na mar!

Mi padre fue jefe de la policía nacional de Santiago de Compostela, tenía dos carreras: Ciencias y Matemáticas. También era profesor de yoga y de defensa personal. Con los años se convirtió en Coronel del Ejército de Tierra, a su cargo estaba el cuartel que ahora ocupa el edificio del Parlamento en Compostela. Perteneció a la promoción de «Tejero«, sí, el que en 1983 intentó un fallido golpe de estado… y menos mal…

Mi madre nació en Ceuta de casualidad, pues era hija de militar destinado allí por un tiempo, pero vivió en Coruña hasta conocer a mi padre. Católica, iba todos los Domingos a misa, era una mujer muy educada, elegante y sencilla, gran ama de casa que cocinaba muy bien y que también cosía, hacía ropa, recuerdo siempre muchísimas revistas con patrones: «Burda» sobre la mesa, revistas de moda que aún conservo. Una gran modista, que sólo trabajaba para sus hijas/os. Años más tarde tuvo una tienda de telas en un pueblo llamado: Bertamirans en  Ames la tienda se llamaba: «T-lar«, vendía: cortinas, estores y telas al kilo entre otros muchos tejidos. Siempre nos arreglaba y hacía la ropa. Y yo siempre me pinchaba con alguna aguja al probarme frente al espejo.

El carácter de mi madre era de aupa,  siempre respondía con algo que te dejaba de piedra y con toda la sinceridad del mundo, sin importarle el qué dirán o como te quedabas tras sus palabras a veces hirientes. El de mi padre era más bonachón, más: «te dejo hacer cualquier cosa… pero estudia…» ambos eran estupendos, me criaron con todo su cariño y yo les salí como les salí… : Brujo, vidente televisivo, diseñador de webs, drag queen, maricón, músico, artista, mal estudiante, punk, rebelde, maleducado, contestón y anarquista. Generalmente tengo humor negro, con los demás y conmigo mismo y heredé el carácter de mi madre y la honestidad y el atractivo de mi padre.

Estudié en buenos colegios privados… de esos en los que aquella época o salías lleno de represiones o salías más salvaje de lo que habías entrado, como en mi caso: «El Colegio Peleteiro» y «La Salle». Este último de curas…, donde yo estaba en un grupo religioso llamado: «Polaris» donde hablábamos de la biblia y de Dios y hacíamos actividades juntos… campamentos, misas, cantábamos canciones religiosas etc…., «lo normal en cualquier adolescente», de este grupo religioso me acabaron invitando a irme… no fueron mis únicos campamentos, también estuve en uno militar donde nos levantábamos a las 08:00 am para izar la bandera y mirar para ella unos minutos todas las mañanas y donde cagábamos en unas letrinas creadas por nosotros mismos…

Todo esto entiendo que forma parte de mi pasado, por ende puede valer para entender un poco mi personalidad actual. Nada ha venido de forma casual, todo es un cúmulo de experiencias que derivan en un personalidad como la que tengo…

También estudié en un instituto público: «Eduardo Pondal» o «Instituto de Conxo» durante mi adolescencia punk, que duró 9 años de pelos cardados de colores, crestas, rapadas al cero y flequillos hasta la boca. Viví intensamente los años 80. Ame «The Cure», «Siouxsie and the Banshees», «Nina Hagen, «Sex Pistols», «The Clash», etc. Mi banda sonora eran todas las bandas no comerciales que escuchaba noche y día en una emisora de radio nacional llamada: «Radio 3″. Todos los días escuchaba música las 24 horas, a todo volumen, no quiero pensar que pensarían de mí los vecinos…. pero a buen seguro nada bueno. De mi cuarto salían humaredas de tabaco, pues todos mis 20 amigos se reunían a diario en mi habitación, un «cuarto zulo» azul minúsculo que era mi cueva, llena de posters y fotografías recortadas de la revista: «Rockdelux» y «Disco Play» y pegadas en la pared con velos negros y una ducha colgada del techo con papel de celo. En ella nos pasábamos horas y horas cantando, fumando, riendo, hablando… divina juventud. A veces cogíamos un tren sin saber a dónde nos iba a llevar, sin mirar su destino y nos íbamos de excursión a donde cayese, con las guitarras y las ganas de divertirnos y desconectar. Otras hacíamos dedo y a dónde llegásemos… sin pensar en la vuelta. Dios mío mientras escribo todo esto, me pregunto ¿qué coño tenía en mi cabeza?, tengo un hijo así y lo meto interno en Peleteiro. Ahora entiendo que mis padres debieron sufrir mucho conmigo…

Así era yo, Santi Molezún punk

Así era yo, Santi Molezún punk

Tocaba el bajo en un grupo punk: «Punk the Broa» en lugar de pan de Broa, que era ese pan característico y artesanal de maíz gallego y Portugués. No nos faltaba imaginación y ganas de revelarnos frente a todo, a veces dormía en la calle, lataba a la mayoría de clases, suspendía 7 y 8 asignaturas, es decir solo aprobaba gimnasia o ética… y a veces ni eso, no en vano suspendí 2º de bup arrastrando dos de 1º y repetí varios cursos antes… Salía y me pasaba el día con amigos/as macarras, navajeros, punks, rockers, heavys, chicos de mal vivir, okupas y toda cuanta droga existía me rodeaba las 24 horas como ahora el tabaco… , nunca fui drogadicto, solo fumaba porros, nada más… algunos de mis amigos acabaron enganchados a la heroína, pero yo por suerte nunca. Aunque si conviví con personas que fumaban caballo en «papel albal» delante mía en un cuarto cerrado.

Dejé de estudiar, cuando me matriculé en uno de los 50 estados de América: Washington en una escuela de Arte Dramático. Mis padres me habían autorizado a hacerlo y me iba a estudiar Teatro y a vivir a EE.UU. Toda una aventura llena de sueños e ilusión en una cabeza de 16 años que se truncó al no autorizar el visado 5 veces seguidas exclusivamente por mi forma de vestir y de peinarme. Forma que cambié en las últimas fotos, donde me vistieron y peinaron más convencionalmente como última opción, y donde también me lo denegaron: «Porque al cónsul no le cabía en la cabeza que solo fuese a estudiar a EE.UU». En esa época yo tenía otra inteligencia, otra madurez y todo esto me sentó muy mal, no supe digerirlo, no sabía que hacer, me quedé con un pie en España y otro en mis sueños de ser actor. Estudiar para ello en otro continente no fue posible y mi destino cambió radicalmente. Ya le había dado mi dirección nueva a todos mis amigos, me había despedido, me habían hecho hasta una fiesta para desearme buena suerte. Me quedé en Santiago, triste, amargado, bebía mucho y mi agresividad se acentuó. Mi padre fue a hablar con la directora del instituto: «Eduardo Pondal» para que me readmitieran, pero le dijeron que no era posible, pues «ya había empezado el curso» y que yo además tenía un consejo de disciplina del curso anterior, por haber dirigido y protagonizado: «Caperucita Roja Porno» en el festival de fin de curso delante de todos padres, alumnos y profesores. No les gustó mi arte… ni las compresas manchadas de tomate lanzadas al público. La entonces directora del centro: «Encarna Otero», después muy reconocida por su papel en el mundo de la política local , feminista y gallega, … estaba un tanto molesta por aquello y creo que vio su deseo cumplido de deshacerse de mí. Hay que apuntar que una década después la voté en su partido político, pues no soy rencoroso.

Pero en fin, gracias a la decisión de esta señora de que no pudiese seguir estudiando el nuevo curso en el instituto y para no perder un año de mi vida y luego tener que repetir curso de nuevo (tampoco lo había aprobado), fue cuando me matriculé en: Fotografía en la Escuela de Artes y Oficios: «Maestro Mateo«, donde también debo contar que repetí otro curso y me enamoré de una chica de clase a la que amaba con locura, más mayor que yo,  ella me dio calabazas por ser un niño  y yo planté de estudiar para no verla ¿No era un precioso descerebrado romántico?

Mis padres me matricularon, como último intento con su oveja negra, para hacer algo de provecho en la escuela: «CEV» Centro de Estudios de Imagen y Sonido, a mi me gustaba mucho el mundo de la televisión y saqué la mejor nota de toda la escuela: ¡Sobresaliente!. Eran unos estudios muy caros y especializados, muchas prácticas que me enseñaron cómo se fabricaba el mundo de la televisión desde dentro.

Casi todos mis compañeras/os están ahora trabajando en productoras, pero yo no. Dirigí y escribí un cortometraje de 20 minutos, titulado: «En un rincón del Alma» basado en la popular canción de mi amada y admirada: «María Dolores Pradera» y «Alberto Cortez», varios spots publicitarios para televisión, y ¡chis pum!, lo dejé para dedicarme exclusivamente a leer las cartas, atender mi consulta de pleno. ¿Por qué no seguí? Pues imagino que mi destino iba a ser otro… o que no tenía más dinero para seguir haciendo cursos carísimos para pijos. Era 1990 y yo había empezado a trabajar en una tienda de discos llamada: «Disco Laser» vendiendo LP, Maxis y Singles… me tuvieron a prueba un mes pero no la superé, ¡no les gusté!, y me dediqué a mi nuevo trabajo: cuidar a mi tío con síndrome de Down, al cual acababan de operar de cataratas los ojos, las instrucciones eran que no podía llevarse las manos a los ojos en toda la noche y mi nuevo trabajo consistía en pasar toda la noche en vela sentado, mirando para él mientras dormía, para que no se tocase y no se sacase la venda de los ojos. Si lo hacía, tenía que agarrarle las manos sin despertarle… con él pasaba las noches con los ojos como platos y  por el día iba a esas clases de Imagen y Sonido a precio de oro. Cuando acabaron y saqué semejante nota me sentí orgulloso de mí mismo, ¡lo había conseguido yo solo!, creo que había crecido de golpe, me había hecho un ser responsable… Hasta que me gaste el sueldo de cuidar a mi tío en mi primer vídeo VHS…, es decir, madurar poco… me quedé de nuevo sin un duro y sin estudios.

Era «heterosexual», pero con un sentimiento no reconocido hacía los chicos guapos que me atraían, me gustaban, pero pensaba que era bajo forma de admiración y amistad, en realidad no era verdad, lo que ocurría era que me gustaban sexualmente, pero aún no lo sabía. También me gustaban las chicas y de hecho me enamoraba de ellas, era muy amoroso y romántico, así que podríamos decir que era bisexual, sin saberlo y un apasionado con mujeres que siempre me rompieron el corazón. Tuve novias muy guapas y muy especiales, pero siempre fallaba algo, que yo aún no sabía…. y que años después descubriría: QUE SOY MARICÓN.

Desde muy niño, desde los 8 años, me interesaba mucho el espiritismo, el más allá, ¿Qué hay después de la muerte?¿A dónde vamos?¿Se puede uno comunicar con los muertos una vez han abandonado su cuerpo?. Por eso hacía sesiones de espiritismo con gente o completamente sólo desde tan tempranísima edad. A mis manos llegaban libros de mi hermano y revistas de Ciencias Ocultas y los leía a escondidas.

Así era de niño: Santi Molezún

Así era de niño: Santi Molezún

Mi primera sesión de espiritismo la hice cuando tenía tan solo 8 años, esto puede sonar a traumático, pues uno siempre presupone que un niño de esta edad lo que busca es jugar con sus amiguitos o bien sólo en su mundo de la piruleta, pero como siempre la realidad supera la ficción y lo «normal» a veces solo está en las programaciones mentales de los que nos educan.  No era un niño infeliz, no tenía traumas, no sentía que no tenía amigos, al revés tenía buenos amiguitos con los que quedaba para jugar a diario, pero me encerraba en mi cuarto con una tabla de Oui-ja y también hablaba con mis otros amigos: Los Muertos. Entre ellos entidades no muy buenas… ¡nada buenas!. Ellas fueron quienes me programaron para creer que tenía poderes, o dones, y que podía ayudar a mucha gente, conocer su destino, poseer su alma y con mi niñez de barco emprendí un viaje en la mar de lo oculto, hasta llegar a la otra orilla, la soledad. Porque uno nunca tiene amigos/as una vez es especial. Absolutamente todo el mundo te quiere exclusivamente por tu don. Triste pero completamente cierto.

41 años de profesión, de lecturas de cartas, de péndulos, de tarot, de lectura de líneas de la mano, de posos del té y del café, de lectura de huesos africanos, de las runas, de piedras cogidas en el río o de conchas en la playa, de escritura automática, de rituales, de pócimas, amuletos, talismanes, vudú, magia blanca y magia negra, de efectos poltergeist, de lectura de los ojos, del agua, del fuego, de las estrellas, de las nubes, de el rostro, de la espuma del baño… sí, ¡también de la espuma del baño!. Mi vida ha dado mucho de si, 40 años dan para mucho, cuando uno quiere aprender, es innovador y no se autolimita.

Sin embargo en estos 40 años en lo «oculto», también hice muchas más cosas, porque cuando uno lleva mucho tiempo dedicado a algo necesita desconectar en otros derroteros que le hagan olvidarse de su realidad y sentirse vivo. Soy un «hombre» ambicioso, siempre lo he sido, aunque ahora ya mucho menos, y he apostado por diferentes negocios, he abierto dos tiendas esotéricas, durante 4 años,  he creado una empresa de Moda: «Moda Universal», donde he llegado a hacer encargos de vestidos a personajes muy importantes e ilustres, he trabajado de Drag Queen vestida de Dragformista y depilada desde la cabeza a los pies. Siendo mi personaje : «Elvira la Galáctica» muy guapa, sexy, un poco rebelde también y muy creativa. Trabajamos en un grupo que llamamos: «Las Queenpostelas«, que llegó a despuntar mucho en Galicia, con guardaespaldas, con actuaciones muy constantes y medios de comunicación de toda España llamando a menudo. Pudimos haber continuado, pues éramos pioneras en Galicia del movimiento Drag, pero todo acabó como todo, muriéndose.

He estudiado Fotografía, Imagen y Sonido, sacando una nota fantástica en esto último cómo ya te he contado, estudiado diseño webFlash MacromediaCinema 4DWordPressPhotoshop, lo cual me ha permitido tener una cultura general informática muy amplia. He gastado mis últimos 23 años de mi vida en los ordenadores. Literalmente, me he quemado la vista delante de una pantalla.

He tenido una etapa televisiva muy activa, siendo entrevistado en diversos medios de comunicación y llegando a presentar muchos programas en tv. El ego por aquel entonces hizo en mí estragos, pero fui capaz de dominarlo, aunque reconozco que me costó, sobre todo cuando participé en un reality de una importante cadena de tv, donde al salir me encontré con un universo que no era al que yo estaba acostumbrado. La tele vuelve estúpidas a las personas, a quienes la ven y quienes la hacen, pero tiene algo bueno, que llegas en muy poco tiempo a la casa de millones de telespectadores. No digo que me arrepienta, pero miro con lupa todo antes de volver. Me siento bien haciendo televisión, se me da bien, pero sino me interesa el proyecto digo que no. Antes, era al contrario, a todo decía que sí, era una necesidad de sentirme reconocido, que ya no tengo. Los clientes y seguidores suben cuando la haces y bajan cuando lo dejas, es impresionante.

Ahora que soy más mayor o menos niño,  me sigo regenerando. Desde Junio del 2016 creo música, compongo con el ordenador, música electrónica, y mezclo, produzco a otros artistas y a mi mismo.  Mi pasión por el mundo de la música ha sido de siempre, pero jamás me había dedicado a ella desde que tocaba en «Punk The Broa» como bajista.

Este es un pequeño resumen de mi vida, de estos 52 años. Hay mucho más que contar, mucho, poco a poco podrá ir leyéndolo si quiere en esta mi Web. Irás conociéndome más como persona y romperé un poco el mito. Pues no hay nada peor que idealizar a la gente y nada mejor que conocerla de cerca, para descubrir siempre dentro de ellos una vida cercana y en muchos puntos parecidos a la tuya.

 

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